El pasado 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la
Salud Mental con el objetivo de generar conciencia social sobre esta lacra que
afecta a todos los países y reivindicar más apoyo institucional e inversión
pública. Esta ocasión fue el momento escogido para que el Gobierno presentara
su nuevo Plan de Acción 2021-2024 Salud Mental y COVID-19, en un acto en La
Moncloa.
Este año, la celebración estuvo marcada por un hito: el
impacto de la pandemia en la población ha provocado un aumento exponencial de
los casos de personas que sufren ansiedad y depresión en nuestro país. Solo en
el último año, se ha producido un incremento del 30% de suicidios y tentativas
de suicidio en los jóvenes.
Un problema silenciado hasta hoy
Lo cierto es que, hasta ahora, la salud mental no había
ocupado el papel protagonista que está teniendo actualmente debido a los
efectos perniciosos que las crisis del covid ha tenido en la sociedad. Si bien
la carencia de recursos destinados a salud mental ha sido una de las
principales reivindicaciones de las distintas organizaciones centradas en
mejorar la situación de las personas afectadas y sus familiares, fue el
diputado de Más País, Íñigo Errejón, el primer político en abrir el debate en
el Congreso.
España dedica el 5% del gasto total de sanidad a la salud
mental. Esta situación ha llevado al Gobierno a realizar una inversión de 100
millones de euros hasta 2024, si bien queda lejos de los niveles de inversión
de países vecinos. En este sentido, según el informe Headway 2023 - Mental
Health Index, España junto con Bulgaria, son los dos países de Europa con menos
profesionales de la Salud Mental por cada 100.000 habitantes.
Arrojamos algunos datos.
Un 5,8% de la población sufre ansiedad, un porcentaje
similar al de quienes padecen depresión;
Más de un millón de personas tienen un trastorno mental
grave y más de la mitad de ellos no recibe ningún tipo de tratamiento.
Un 13,2% de los niños de entre 4 y 14 años corre el riesgo
de sufrir un problema de salud mental, un porcentaje que es cinco veces
superior en niños que en niñas.
En 2019, un total de 3.671 personas cometieron suicidio,
siendo la principal causa de muerte “no natural” en nuestro país.
Medidas contempladas en el Plan de Acción 2021-2024
La principal medida ha sido la dotación de 100 millones de
euros de inversión hasta 2024, dentro del Plan de Acción 2021-2024.
Asimismo, cabe destacar la mejora de la Atención a la Salud
Mental en todos los niveles del Sistema Nacional de Salud -tanto en atención
hospitalaria como primaria- junto al impulso a la Formación Sanitaria
Especializada en salud mental, la sensibilización y la lucha contra la
estigmatización, la prevención de las conductas adictivas, la promoción del
bienestar emocional -poniendo el foco en la infancia, la adolescencia y otros
grupos vulnerables como las mujeres o los mayores- y la mejora de la prevención,
la detección y la atención de la conducta suicida. En este sentido, se ha puesto en marcha un
teléfono de atención al suicidio que estará activo 24 horas al día. Los condicionantes sociales de la salud mental será otro de
los ejes del plan que ha avanzado el Ejecutivo. Las condiciones de vida, la
precariedad o la incertidumbre frente al futuro inmediato aumentan el riesgo de
ansiedad y depresión, que es tres veces más frecuente entre personas en paro
que entre quienes tienen empleo.
La inspección de Trabajo vigilará los riesgos psicosociales
en las empresas
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social (IT) emitió hace
unos meses un nuevo criterio técnico a fin de cumplir la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales, en el que se deben tener en cuenta los riesgos relacionados con la salud mental de los empleados, bajo infracción económica por
incumplimiento de estas medidas.
En este sentido, la IT controlará las medidas implementadas
en las empresas para prevenir los riesgos psicosociales, en un momento en el
que muchos empleados vuelven a la actividad presencial tras varios meses
realizando sus funciones en remoto.
Tal y como señaló Antonio Benavides, ex inspector de
trabajo, en una entrevista publicada en este medio: “hay que dotar a los
modelos de gestión preventiva internos o externos de los medios necesarios para
la evaluación de los riesgos psicosociales y, una vez detectados, establecer
las medidas correctoras necesarias. La pandemia los ha incrementado y es
preciso evaluar y prevenir”.
Comentarios
Publicar un comentario