Los niños y niñas obesos tienen mayor riesgo de desarrollar demencia en la adultez
Lo demostraron científicos tras un seguimiento de 1.200 personas durante más de 30 años.
El sobrepeso y la obesidad infantil son dos de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, según los informes de la Organización Mundial de la Salud. El fenómeno es global y afecta cada vez más a muchos países, sobre todo en las zonas urbanas la prevalencia aumenta a un ritmo alarmante.
El peso corporal por encima de lo normal puede provocar que los niños y niñas comiencen a tener problemas de salud que antes se consideraban exclusivos de los adultos, como diabetes, presión arterial alta y colesterol alto, todos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo. También puede generar baja autoestima, aislamiento y depresión, pertenecientes al grupo de trastornos de salud mental.
Ahora, un nuevo estudio científico de la Universidad Monash, publicado en Journal of Science and Medicine in Sport, reveló que al sobrepeso infantil se le suma un problema en la adultez: la demencia.
Se trata del primer estudio del mundo que analiza el impacto que tiene la condición física durante la infancia en las habilidades cognitivas (memoria, capacidad de aprendizaje, resolución de problemas, etcétera) en la mediana o avanzada edad.
Los investigadores concluyeron, tras estudiar y analizar a 1.200 personas durante más de 30 años, que los niños y niñas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de demencia en la vida adulta.
En ese sentido, los expertos observaron que “con los niveles más altos de capacidad cardiorrespiratoria y muscular, y una relación cintura-cadera promedio más baja obtuvieron en la edad adulta puntuaciones más altas en las pruebas de velocidad de procesamiento y atención, así como en la función cognitiva global”.
En cambio, aquellos adultos que habían sido obesos en la infancia arrojaron peores resultados en las pruebas cognitivas y, por ende, corrían mayor riesgo de demencia en la adultez.
De acuerdo con los especialistas, hay factores que influyen en la obesidad/sobrepeso infantil: el género (ya que la composición corporal y hormonal es diferente en niños y niñas), los niveles de actividad física, y las presiones y las expectativas sociales de género (en las niñas pesa más el aspecto físico).
“A la hora de implantar programas para evitar la obesidad infantil habría que tener en cuenta estas diferencias de género en la actividad física, la relación con la comida y la imagen corporal”, advirtieron los autores.
Las redes sociales, las pantallas y los videojuegos contribuyen al sedentarismo. Es por eso que insisten en que los planes de prevención de la obesidad deberían estar presentes en los padres y madres desde la temprana edad de sus hijos/as.
Los investigadores concluyeron también que el nivel socioeconómico influye mucho en las tasas de sobrepeso y obesidad infantil. “Las familias vulnerables tienden a consumir más pasta u otros alimentos muy ricos en hidratos de carbono, pero no fruta ni verdura”, alertaron.
¿Cuándo se habla de obesidad?
La obesidad se define como un trastorno caracterizado por niveles excesivos de grasa corporal. La base para calcularla es el Índice de Masa Corporal (IMC), que también tiene en cuenta la edad y el sexo. Así, un niño de 14 años que mide 1,63 metros y pesa más de 72 kilos o una niña de 12 que mide 1,50 metros y pesa más de 58 kilos son considerados obesos.
Las causas para el sobrepeso se explican rápidamente: En principio, el cuerpo recibe demasiada energía por alimentos consumidos y gasta demasiado poco a través del movimiento. Así se genera un exceso, que se almacena como grasa en las células adiposas.
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